«Tocar el Fondo»
Hoy me encontré con una historia sorprendente mientras revisaba la galería familiar. La imagen que más me llamó la atención fue la de mi prima, luciendo elegante en un vestido negro que le sentaba a la perfección. Estaba de pie, con esa postura confiada y sensual que siempre me ha fascinado.
Y fue allí, al verla inmóvil en la fotografía, que me di cuenta de lo cerca que había estado de ella en momentos más íntimos. Me acordé del día en que «cojiendome a lina mi prima», un título que hasta ese momento había sido solo una broma entre amigos. Sin embargo, ahora sentí que era la verdad pura y simple.
Recuerdo el tacto de su piel suave bajo mis dedos, el sonido de sus suspiros mientras se abandonaba a los placeres del amor. Me acordé del rastro de besos que dejé en su piel, como si fuera un mapamundi de nuestros encuentros más apasionados.
En ese instante, la imagen de mi prima me devolvió a esos momentos intensos y cálidos. Sentí una nostalgia profunda por aquellas sensaciones vividas, por aquellos segundos en los que el tiempo se detuvo para dejarnos disfrutar de nuestra pasión desbordada.
La miré, inmóvil en la fotografía, y me di cuenta de que siempre hay un antes y un después. Y ese antes fue cuando «cojiendome a lina mi prima», cuando descubrimos el placer de tocarnos y dejarnos llevar por nuestros instintos más profundos. Un recuerdo que seguirá vivo en mi memoria, como una llama que arde con cada beso que se derrama sobre la piel de mi prima.



