«La coji a la y la puta le gusto» es el título original de esta película que nos transporta al vibrante ambiente de Cali. La imagen principal, una mujer bailando en un vestido rosa, nos hace olvidar cualquier preocupación y nos sumerge en la pasión y la sensualidad.
La historia nos presenta a una protagonista que no se deja amilanar por la sociedad y su moralina conservadora. Ella es la reina del sexo libre, sin complejos ni tabúes, y no duda en mostrar sus verdaderas intenciones. Su cuerpo es un templo de placer donde se celebra el ritual del amor libre.
En este mundo de pornografía y pasión, los personajes no tienen reparos en hablar claramente sobre el sexo. Palabras como «follar», «chupar», «sexo oral» y «verga» vuelan por el aire sin pudor alguno. La protagonista no duda en describir la textura del pene de su amante, ni en recordarnos que «la perra se come lo que le da la gana».
Pero más allá de las frases explícitas, lo que nos hace vibrar es la pasión y la libertad con que viven sus personajes. No hay inhibiciones, solo el deseo de experimentar y disfrutar cada instante del sexo.
La película no se limita a mostrar escenas pornográficas, sino que nos invita a reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos. ¿Qué es lo que nos hace sentir cómodos o incómodos al hablar de sexo? ¿Por qué seguimos encubriendo el tema con jerga eufemística?
«La coji a la y la puta le gusto» es una película que nos desafía a cuestionar nuestros prejuicios y a vivir el sexo sin complejos. Un llamado a la libertad y al amor auténtico, sin tapujos ni cortapisas. Así que, si estás listo para un viaje erótico y filosófico, no te pierdas esta película que nos hace reflexionar sobre lo que realmente es el sexo.



