«Ese roce que nos vuelve locos»
Alguien me preguntó hace unos días qué es lo que más me excita en una relación sexual. Y la verdad, no fue fácil responder. Hay tantas cosas que pueden hacer que mi corazón late un poco más rápido y mi piel se eriza con deseo. Pero si tengo que elegir una, diría que ese roce inicial, cuando las piernas se tocan, el cuerpo se acerca al otro y todo es sensualidad pura.
Me acuerdo de leer aquel título en un libro de sexo: «Compañero de cuarto ¡puedes frotarme mi coño pero me penetras?¿¡» Y me hizo reír. Era tan honesto y directo, sin rodeos ni pretextos. Como si la mujer que lo había escrito se hubiera quitado el velo de pudor y se mostrara tal como era: una carne apasionada que busca el placer en todas sus formas.
Y eso es precisamente lo que me gusta del sexo: esa libertad de explorar, de tocar, de sentir sin temor a juzgarme. Ese roce que nos vuelve locos, ese contacto íntimo que nos hace vibrar como una cuerda tensa. La imagen que se me presenta en la cabeza es la de una mujer con un par de pechos generosos, sucumbiendo al deseo y devorando su propio sexo. Es un acto de amor hacia sí misma, un reconocimiento del poder que tiene sobre su propio cuerpo.
Así que, ¿qué es lo que más me excita? Ese roce inicial, ese toque que nos llena de vida y nos transporta a un mundo de pasión y placer sin fin. Y la libertad de explorar, de buscar el goce en todas sus formas, sin temor a juzgarme. ¡Viva el sexo, viva la sensualidad, viva ese roce que nos vuelve locos!
