«Mi esposo me regala una cogida con desconocido en San Valentín me llena la cara de leche»
La pasión es un asunto personal y en este caso, mi esposo decidió hacerme una sorpresa que ni siquiera el porno podría igualar. En el cumpleaños del amor, San Valentín, me trae a casa un desconocido para que le folle en la cochambrosa garita de nuestro garaje.
Al principio, me siento incómoda viendo cómo mi marido, con una verga erecta y unos ojos lascivos, me presenta a este tipo con el fin de que se encargue de saciar mis deseos sexuales. Me siento como una perra en celo al ver la expectación en sus ojos, pero también me da un poco de miedo, por supuesto.
El desconocido, aparentemente acostumbrado a estas situaciones, no pierde el tiempo y se lanza a chuparme con rabia hasta que mi vagina comienza a temblar con anticipación. El sexo oral es uno de mis debilidades y este tipo lo sabe bien.
Mientras tanto, mi esposo me mira con una sonrisa pícara en la cara, disfrutando del espectáculo como un voyeur satisfecho. Luego, es el turno suyo y se une al desconocido para follarme hasta saciarse de placer. La escena es tan intensa que ni siquiera puedo apartar los ojos durante todo el rato.
La sorpresa del cumpleaños del amor me deja la cara llena de leche, literalmente. Me siento como una mujer feliz y plena, con un recuerdo inolvidable para recordar cada San Valentín. ¡Eso es lo que se llama un regalo!
